viernes, 4 de septiembre de 2009

Niños nerviosos=ancianos asustados

Hola:

Tenía guardado este artículo desde hace tiempo http://www.magazinedigital.com/salud/psicologia/reportaje/cnt_id/934 y, antes deshacerme de el, he preferido compartirlo, especialmente con los padres. La parte final en la que se habla de cómo afectan los videojuegos al sistema nervioso, es como para preocuparse. ¡Leer, dibujar y jugar más con otros de su edad!, parece ser una recomendación sana.

Ya empiezan a darse casos de personalidades alteradas por ser adictos a los videojuegos. Hay una página Web indispensable para los padres http://www.protegeles.com/, en la que hay un enlace sobre este tema de las adicciones que puede ser de utilidad: http://www.tecnoadicciones.com/

Aun así, no hay que demonizar estos juegos, forman parte de nuestra realidad de ocio y, por un rato breve, pueden resultar emocionantes. El problema, como en todo, es la adicción. Si leen todas las críticas al artículo apreciarán la defensa acérrima que se hace del videojuego, pero yo comparto la advertencia. LLegas a una casa, "el nené" está frente al odenador-computadora y ni siquiera levanta la cabeza para saludar. ¡Para algunos padres resulta fantástico! ¡Al fin se tranquilizó el muchacho! ¿A cambio de qué? De su mínimo grado de socialización que, a veces, como en el caso que describo, viola alguna que otra norma de cortesía. Y no es lo de menos, por si alquien lo piensa.

Y, para quienes me conocen y se sorprenden por esta "repentina" preocupación, la razón por la que me interesan los niños con mentalidad sana es que serán ellos los encargados de cuidarnos en los ancianatos cuando seamos mayores (tengamos o no hijos, ¡qué conste!). Así que, por mi salud de los últimos años, si llego, no quiero que me cuide alguien nerviosito.

Saludos,

Ada.

1 comentario:

Hermes dijo...

Pues me tomaste la delantera, porque ya yo estaba diciendo que algo estaba funcionando mal en la mecánica celeste para que Ada estuviera pensando en el bienestar de los niños.
Yo no me preocupo tanto, porque si el espagueti volador lo permite y no me da Alzheimer antes, yo pienso irme a Suiza y contactar con la ONG dignitas para morir en mis términos.
Besos