jueves, 25 de junio de 2009

Don Plácido, las palomas y nosotros

La tarde de ayer vivimos uno de esos ratos que nos reconfortan con el carácter de superviviente cultural.

Escenario: Palau de las Artes. Miento, era la Plaza de la Virgen. Intérpretes: Plácido Domingo, Eva-María Westbroek, Jennifer Wilson y… No, no, éramos los miles que estábamos en la Plaza, los que desde sus balcones merendaban bocadillos y helados de nata al son de las trompetas wagnerianas y las palomas que volaban en tropel con los aplausos.

Durante esas horas privó la ilusión por apreciar un espectáculo que ha podido realizarse gracias a la contribución de todos, esto es, de los que pagaron y agotaron las costosas entradas del Palau, de quienes pagamos los impuestos que permiten destinar el espacio público a un bien de uso común, y de los ideólogos que intentan no desconsolar a las masas en su orfandad cultural.

El escenario del Palau dentro del escenario de la Plaza, las gárgolas de la Catedral de Valencia, testigos de la tragedia de los hermanos incestuosos, y nosotros, por fin, sentados y juntos sonriendo y llorando, apenas acariciados por la suave brisa de un verano en ciernes.

1 comentario:

Hermes dijo...

Cuéntanos la historia de los hermanos incestuosos de la catedral...