jueves, 6 de mayo de 2010

Conversaciones de acera

¿Es usted Nora? pregunta el viejo de la andadera y del ojo izquierdo arrasado por una catarata.
Son las nueve y veinte responde la mujer.
Que si es usted Nora no se da por vencido el hombre.
Ah, no, perdone, soy Ada.
Gracias por la hora...
Cada vez que me pasan estas cosas (¡y de vez en cuando ocurre!) me acuerdo de Ionesco...

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