miércoles, 15 de julio de 2009

Rotulista de vehículos (parte I de Señores, busco empleo)

Estoy inscrita en cinco páginas de búsqueda de empleo. Reviso mi currículo profesional, sin ceder a la tentación de resaltarlo con no sé qué florituras. Entiendo que el servicio es gratuito y que las empresas se interesarán en la experiencia reflejada en ese historial, no en el dinero que he gastado para que lo miren antes que el de los demás interesados.

Solo me llamaron dos veces, la primera hace más de un año. Fue toda una sorpresa, porque aun cuando en aquella época creía que las páginas de búsqueda de empleo eran un recordatorio particular de que debía intentarlo, sin esperar nada a cambio, en esa ocasión la perspectiva parecía interesante. Sí, editora, pero claro, en un pueblo situado a más de una hora en tren y con la particularidad de que la revista era sobre restauración centrada en el ámbito italiano. Ni hablaba italiano ni podía cambiarme al pueblo, requisitos no señalados en la oferta. Eso sí, dejé muy claro que ¡me encanta la pizza!

Desde entonces, otra llamada de una ETT (empresa de trabajo temporal) para optar por el puesto de dependienta en una librería. Fui a la ETT, y la chica, perdida y alejada, apenas si se interesó por indagar sobre mi experiencia. Así que cuando me despedía, solo atiné a preguntarle si estaba segura de que ella estaba allí. Por supuesto, nunca hubo una nueva comunicación.

Pero desde hace un par de meses, un nuevo tropel de ofertas llega al correo. Mis perfiles “cultura, educación, edición, librerías” y el otro, el que no me gusta ver, pero me alimenta, “secretariado, administrativo”, han recibido invitaciones especiales, tanto, que revisé con afán crítico lo que una vez incluí en ellos, por si estuviera equivocada, por si una tecla maldita hubiera cambiado el muestreo de mis capacidades: fresador (http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=fresador); dependienta de moda infantil (ofrecen 7.800 brutos al mes, error que nos hace soñar de lo lindo, aunque no posea la menor vocación para atender a un niño y menos aún a los padres del mimadito); conserge-controlador (al verificar los requisitos, observo que reiteran la “g”, lo que jenera en mí cierta violencia interior); teleoperadora de rumano (en otras, de chino o ruso, un aprendizaje que tengo pendiente con la vida, con la otra vida); entrenador de “aquafitness” (sea lo que sea, dejo muy claro que si tiene que ver con agua, no sé nadar) y hoy, por fin, lo esperado: rotulista de vehículos.

Por supuesto, más que animada, reviso la oferta en cuestión. Y lo que pretendía convertirse en una broma ha resultado más interesante que algunos de los puestos administrativos ofrecidos, porque ¿quién paga 1.100 euros por colocar vinilo en los cristales de automóviles en turnos rotativos de seis horas?

Creo que debo inscribirme; tendré que vérmelas con tipos muy duros y luchar hasta el infinito y más allá para alcanzar mi meta, pero seamos claros. Si emplear mi cerebro para ejecutar órdenes sencillas, realizar varias gestiones y cumplir con papeleo se remunera con menos de 1.000 euros tras ocho horas de trabajo diario, a lo mejor la concentración de pegar el vinilo durante seis horas sin experiencia previa en nada resulte más rentable en tiempo, dinero y por qué no, conocimiento de la especie humana.

4 comentarios:

Hermes dijo...

La verdad es que aunque has tocado un tema muy triste, casi rayando en lo deprimente, me has hecho reír (por no llorar, claro). La respuesta que le diste a la empleada de la ETT me ha parecido genial. Es sólo una prueba más de que lo que hace falta para conseguir un puesto de trabajo bueno y seguro es ser incompetente.
Yo trabajé en Canarias a la orden de una niñata que era la concejal de cultura del ayuntamiento y daba vergüenza ajena leer las notas que nos dejaba escritas, pero claro, era de conocimiento público que era la amante del señor alcalde. Jajaja

joseluisruiz dijo...

Como he disfrutado con este articulo tuyo que destila "fina" ironía pot todos sus poros (he escrito fina?). Hablando un poco de las trampas del lenguaje: te acuerdas de la sutil diferencia entre "consejero" y "conserjero"

Inos dijo...

Queda demostrado que la búsqueda de empleo a través de Internet puede ser un periplo casi buñeliano, en el que se puede "consejir" casi de todo...

Por otro lado, no hay que desdeñar la oferta rotuladora, ya que como decían algunos connotados economistas antes del advenimiento del CD:"en el vinil está el futuro".

Aquafitness. Hum. Me suena bastante evocador: húmedo y ligeramente perverso. Debe ser el verano...

Un abrazo.

Paula y Manuel dijo...

Es cierto que el tema del empleo esta cada vez más dificil. Y no es más cierto que casi nunca se encuentra el mismo en aquello para lo que hemos estado estudiando gran parte de nuestra vida.

Y no es menos cierto que hay infinidad de incompetentes en puestos en los que se necesita una extremada competencia (en el sentido de validez).

Espero que puedas encontrar ese trabajo que anhelas y mientras, i hay que poner vinilo, pues se pone.

Un saludo y gracias por tu visita.

Ya que veo que estas en Valencia, si quieres acompañarnos algún sabado, estaríamos encantados de recibirte.